Hacé una semana fuí a ver Toy Story, desde el inicio me cautivó, y es que no era para menos.
Cuando era un niño aparecieron la precuelas, aparecieron en una epocá en la cual fueron parteaguas, Pixar llegó y movió a las sencillas y entretenidas películas de dibujos animados, se quitó de un lado a la competencia no soló por su metodó de animación, no, los quitó de enmedio por que manejó un concepto diferente de tramas infantiles, ya no eran los animales los que estaban en pantalla, ya no eran los seres maravillosos, ya no eran esos seres que estaban tan lejos de los niños, ahora era tiempo de personajes que en verdad estaban con los niños, personajes que los acompañaban, sus juguetes. Y es que Toy Story no necesito reinventar ningun concepto, ese concepto ya estaba, cada niño con un juguete es capaz de crear las más grandes aventuras, los más extensos dialogos.
Toy Story no era otra cosa mas que lo que cada niño tenia dentro de su cabeza, lo que cada niño imaginaba.
11 años después comprendí esto, mientras en la pantalla observaba la gran aventura que creó Andy, recordé las muchas aventuras que imaginé en mi niñez.
Los nuevos personajes aparecieron, Lotso, bebote, Ken, etc.., la aventura se desarrolló, tuvo su climax y su fin, y fue ahí donde aquella perra llamada lágrima mojo mi mejilla.
El ver a un Andy universitario y conduciendo, me hizó pensar lo mucho que he crecido y he cambiado desde Toy Story 2, ahora yo también estoy a punto de pisar la universidad, tambien conduzco y tambien tengo los mas hermosos recuerdos de el niño que fuí ayer.
Soldadito Toc-Toc (Es uno de los mucho juguetes de mi niñez que aún conservo)
Cuando era niño esta mochila siempre me acompaño, aquí transportaba a mis juguetes, hoy pertenece a mi sobrina su uso es el mismo.
Su contenido: Un oso de peluche, un avión y un carrito
